recuerdos

Todo lo aquí expuesto, son los recuerdos vistos con ojos de la infancia. Las imágenes son solo ilustrativas, salvo las que lleven algún tipo de especificación. Deseo que este blog, sirva para evocar también vuestros recuerdos... si así fuera, dejen su comentario y compartámoslo. Gracias.

Primeros apuntes...


Mi bisabuela española, dejó sus recetas y secretitos sobre la elaboración de jabones. Me regaló uno, que data de 1950 aproximadamente, está muy seco, pero aún tiene ese aroma a ropa limpia, si el sol tuviera perfume, creo que sería este que desprende apenas ese pedacito de reliquia, si uno lo humedece. Guardo muchas, muchísimas, como le dicen por España, "pucheros" ¿verdad?, viejas ollas de hierro, teteras, jarras... objetos antiguos con tanta historia, que parecen murmurar y exhalar suspiros cuando les quito el polvo.


Lo que quiero contarles, es que aquí nadie comprende lo que hoy hago con tanto placer. Ni siquiera mi familia, que me observa "resignada", pasar horas en el huerto, o entre botellas y frascos, o... revolviendo los aceites con entusiasmo.
Cultivo hierbas y árboles medicinales, elaboro los aceites que utilizo, me encantaría poder compartir con ustedes esta afición, ya que en mi entorno, nadie más la tiene.
¿Estaré un poquito loca?
Mi abuela, vivía con sus padres y abuelos, todos españoles, en una estancia al norte de mi país.
Ella desde chica observaba como se hacía el jabón. Me contaba que una vez al mes, una señora encargada de la limpieza, en una enorme olla, derretía primero grasa, sebo, luego, esa grasa era hervida junto a la soda cáustica, un día entero le llevaba a esta mujer, elaborar los jabones. Eran muy rústicos, pero tenían olor a limpio. Se usaba para la ropa y también para el baño.
Como sus abuelos, (gallegos) se dedicaban a la elaboración de aceite de oliva, su mamá (mi bisabuela)
Utilizaba el ac. de oliva para suavizar el jabón.
Cuando ella fue mayorcita, comenzó a experimentar también con la oliva, siguió los consejos de su mamá, y utilizó hierbas para perfumarlo, manzanilla, romero, tomillo, tilo y hasta la cáscara de la nuez. Estudió pupila en una escuela de monjas, en esos años, las señoritas aprendían a realizar las tareas de "la casa", ella en vez de especializarse en costura, tejido o cocina, decidió dedicarse los jabones...
Escribía sus recetas. El primer jabón que hizo, fue el de Castilla, de aceite puro de oliva.
4 y medio litros de agua, 4 y medio litros de aceite de oliva virgen, 1 Kg. de sosa. Al final medio litro de ac. de almendras puro. Una taza de infusión de hierbas fuerte. (A veces de yerba mate)
En el internado, las monjas la dejaron a cargo de la "fábrica de jabones", allí había un muy surtido huerto y árboles medicinales, esto era en la propia capital, Buenos Aires.
A los 17 años se casó, abandonó el convento, pero siguió con la pasión por los jabones.
Escribió muchos cuadernos que heredé, hace solo 9 años que se fue, a los 80 años de edad.
Descubrí que también es mi pasión, apenas el año pasado.
La base de mis jabones es la misma, nunca experimenté con variedad de aceites.
Los ac. yo los agrego al final de la preparación, pues me parece que conservan mejor así sus propiedades.
Salvo el tipo alepo, que utilizo también el de laurel.
Mi abuela casi siempre adoptaba el proceso en caliente, pues le gustaba que en pocos días pudiera ser usado el jabón. Tal vez por ello se ve tan lindo el que me dejó, aunque esa pastilla pesaba unos 300 gramos y hoy se redujeron a 60.

Poseo algunas ollas de hierro que son herencia de mi abuela, las uso para hacer refundidos de jabón, y un viejo mortero de madera, era de la abuela de mi esposo (gallega) y con ella machaco el fruto de laurel para realizar el aceite. Como ven, me encanta combinar lo antiguo con la elaboración de los jabones. En otra ocasión les mostraré mi cocina de campo, convertida en el refugio para experimentar con los aceites y lejía...

Los secretos de la abuela... ¿si se los cuento, dejarían de ser secretos?

4 comentarios:

  1. Son fabulosos todos tus relatos, yo no me lo pierdo por nada. Un beso y Feliz Navidad

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  2. Clara que bien que ayas puesto tus relatos en este blog,no me lo pierdo por nada del mundo.................un beso y feliz año nuevo.

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  3. Gracias por compartir ese tesoro que heredaste de tu abuela.
    Besos

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